(primera de tres partes)

La autorrealización de una pequeña semilla de maíz se logra cuando se convierte en una hermosa planta, incluyendo una mazorca madura y plena. En una persona, igualmente, se consigue cuando la persona despliega sus potencialidades en forma de logros, habilidades y satisfacciones. Cuando la persona se convierte en lo que auténticamente es.

Maslow señala 12 características de este tipo de personas:

1. Viven en el aquí y ahora (Tc: Time competence): Las personas autorrealizadas saben que la felicidad sólo es posible en el presente. Lo que ocurre en el momento que viven. Todas las edades del ser humano tienen su propio encanto y se viven en la medida que aparecen. Saben que el mejor día es hoy y las experiencias que viven simplemente son, es decir no son buenas ni malas. Las personas adecuadas son con las que interactúan. Todas traen un aprendizaje.El mejor carro, hogar, alimento, etc. es el que tienen y pueden disfrutar.

El pasado trae nostalgia añoranza, tristeza y/o depresión. Ahí está lo que no pudo ser, o lo que fue y no será jamás. 

En el futuro está la imaginación, la ilusión, el deseo. Es el refugio de los que no encuentran satisfacción en el presente. Vivirse en el futuro es generarse, como dice la canción “ansiedad, angustia y desesperación”.

2. Tienen autosoporte (I: Inner-Directed): saben que podemos vivir sin los demás, pero no sin nosotros mismos. Están parados en sus propias piernas. Son autodependientes, es decir, la única dependencia que viven y toleran es la que se generan con su propia persona. Saben que amar es dejar en libertad y viven haciendo lo que quieren, asumiendo las consecuencias de sus actos conscientemente, con responsabilidad.

Todo lo contrario a las personas dependientes que viven con el miedo a ser abandonadas, a quedarse sin el sostén de los demás.

Igual sucede con los padres sobreprotectores. Detrás de su aparente amor paterno esconden el terror que sienten de que los hijos se vuelvanindependientes y autosuficientes. Cubriendo todas sus necesidades, le envían al niño primero y al adulto después, el mensaje de “tú no puedes, no eres capaz, eres un inútil, no puedes vivir sin mí”, de esa manera logran que los hijos permanezcan siempre a su lado.

3. Viven con sus propios valores (SAV: Self-actualizingValue): Son respetuosas de sí mismos y los demás. Toman de sus padres y las personas de autoridad lo que les es útil y constructivo. Rechazan igualmente aquello que no aporta a sus vidas. No viven con los valores de los demás. Saben que pueden amar a sus padres y no estar de acuerdo con ellos. No hay confusión en cuanto la calidad de la relación que establecen con los demás y el acuerdo o el desacuerdo con las mismas. 

Las personas rígidas en los valores, en oposición a las autorrealizadas, repiten al pie de la letra lo que aprendieron de niños, pues consideran una deslealtad no hacerlo. No enriquecen su vida con nuevos valores y puntos de vista. Para ellos la vida es plana y lineal. Frecuentemente repiten “es que así me enseñó mi amá”, “mi papá no me enseñó a abrazar”.

4. Son flexibles (Ex: Existentiality): Saben que no a todas las personas se les puede tratar igual. Disponen de una gran cantidad de herramientas para aplicarlas de acuerdo a las circunstancias. Cuando una persona les hace un favor no se sienten obligados a devolvérselo. De la misma manera, cuando hacen algo por otros no lo asumen como una deuda que tiene que saldarse en otro momento. Sienten placer al dar, por el simple acto de hacerlo.

Escuchan otros puntos de vista y pueden cambiar sus opiniones si saben que están equivocados. No tienen miedo a pedir perdón, porque saben que esto beneficia a todos. 

Lo opuesto a la flexibilidad es la rigidez. La Programación Neurolingüística afirma que “el que sólo tiene un martillo a todos le ve la cabeza de clavo”. La persona rígida señala “yo soy igual con todo mundo”. Sólo existe su punto de vista, por lo tanto, todo aquel que no esté de acuerdo con él, está equivocado.

Por otro lado, la persona laxa es una persona que tiene miedo a expresar su opinión. Se autoanula para acomodarse a todas las situaciones. Su expresión favorita es “yo le sigo el rollo a todos”. Paga el alto precio de no ser ella misma y la etiqueta de acomodaticia y comodina.