Cuando una relación de pareja (noviazgo, matrimonio, unión libre, etc) llega a su fin, desencadena una serie de emociones. El integrante de la pareja que pide la separación es el que está mejor preparado para la ruptura. 

En una reciente investigación (2013), realizada por nosotros, entre mujeres que habían pasado por un proceso de disolución conyugal, llegamos a las conclusiones que a continuación detallamos.

Las féminas que dijeron no haber sufrido duelo en el momento de la disolución conyugal, informaron que:

  1. La separación emocional la experimentaron con felicidad, seguridad y renacimiento.
  2. En el aspecto económico, tienen problemas para que la ex pareja aporte lo que les corresponde para la manutención de los hijos.
  3. Las emociones de dolor las vivieron antes de que se diera la disolución conyugal.
  4. Lo más difícil fue haber tomado la decisión de la separación.
  5. La principal fuerza de apoyo estaba en ellas mismas.
  6. En un caso, se encontró fuerte influencia de la mamá para que el matrimonio se mantuviera. Una vez muerta la mamá, ella se separó de la pareja.
  7. Expresan que desean ser ellas mismas, superarse,  y disfrutar de los demás.

Por su parte, las mujeres que dijeron si haber sufrido duelo al momento de la separación de su pareja, expresaron que:

  1. La separación emocional la vivieron con dolor, tristeza y requirieron tratamiento psicoterapéutico.
  2. Reciben ayuda económica para la manutención de los niños. 
  3. El proceso de la separación lo vivieron con emociones más explosivas (rabia, dolor, coraje, tristeza).
  4. Lo más difícil es que han vivido con miedo, apegos y tristeza.
  5. En los factores de ayuda valoran la ayuda externa, principalmente de su familia y la terapéutica.
  6. Quieren lograr su bienestar para luego poder ayudar a los demás, principalmente sus hijos.
  7. Quieren Aprender a no apegarse a nadie y a ser tolerantes.

Todas las mujeres entrevistadas (tanto las que dijeron haber vivido duelo como las que no), tienen en común que: 

  1. La relación con sus padres la valoran como positiva.
  2. Ellas vivieron en un entorno en el que la relación de sus padres como pareja la percibieron como positiva.
  3. Los mejores momentos vividos en la relación de pareja tienen que ver en relación con los hijos, ya sea por la ilusión de tenerlos o en la convivencia con ellos. La relación tuvo sentido en función de los hijos.
  4. Los problemas de pareja, según su percepción, surgieron con la infidelidad de su pareja o bien por la adicción a sustancias.